En la Roma antigua se rendía culto a un dios denominado Momo, que según la leyenda era el dios de "las chanzas y de las burlas; hijo del sueño y la noche; era en fin el dios de la locura que con chistes y agudezas y con mímica grotesca, divertía a las mil maravillas, a los excelsos dioses del Olimpo",
El mito del Momo es asociado con un compañero llamado "Como" "cuyos adoradores andaban corriendo por la noche, con antorchas encendidas, coronados con flores, enmascarados y cantando a los son de instrumentos musicales.
Era hijo de Hipnos y de Nix o de Eris. Momo era el dios de las burlas, los chistes y las bromas. Se encargaba de corregir con sus críticas, aunque sarcásticas, a los hombres, y también a los dioses.
MOMO personifica la crítica jocosa, la burla inteligente.

Habitualmente se le representa vestido de arlequín, escondido tras una máscara que levanta de los rostros de lo demás, o del suyo propio, y acompañando cada una de sus manifestaciones con un palitroque terminado en forma de cabeza de muñeco, símbolo de la locura.
El mito del Momo es asociado con un compañero llamado "Como" "cuyos adoradores andaban corriendo por la noche, con antorchas encendidas, coronados con flores, enmascarados y cantando a los son de instrumentos musicales.
Era hijo de Hipnos y de Nix o de Eris. Momo era el dios de las burlas, los chistes y las bromas. Se encargaba de corregir con sus críticas, aunque sarcásticas, a los hombres, y también a los dioses.
MOMO personifica la crítica jocosa, la burla inteligente.

Habitualmente se le representa vestido de arlequín, escondido tras una máscara que levanta de los rostros de lo demás, o del suyo propio, y acompañando cada una de sus manifestaciones con un palitroque terminado en forma de cabeza de muñeco, símbolo de la locura.
Desde sus orígenes en la Edad Media, cuando se acostumbraba que el pueblo diera rienda suelta a la "diversión y la alegría" durante la semana previa a la Cuaresma, el Carnaval ha sido una festividad popular que aún tiene vigencia en muchas partes del mundo.
La también llamada "Fiesta de la carne" (etimológicamente, carnaval deriva de las palabras italianas carne vale, que significa "carne a Diós"), en la que el pueblo literalmente se "hartaba de comerla", llegaba a su fin con el inicio de la Cuaresma, es decir, los 40 días de recogimiento y reflexión que anteceden a la Semana Santa.
Durante este lapso quedaba prohibido consumir carne, organizar fiestas y diversiones, el pueblo vivía en penitencia y los actos espirituales dominaban la escena popular.
Hoy el carnaval sigue siendo una fiesta popular en la que reina la alegría, la diversión y, en ciertos casos, los excesos, pero ha perdido en gran parte algunos aspectos que le dieron origen.
La también llamada "Fiesta de la carne" (etimológicamente, carnaval deriva de las palabras italianas carne vale, que significa "carne a Diós"), en la que el pueblo literalmente se "hartaba de comerla", llegaba a su fin con el inicio de la Cuaresma, es decir, los 40 días de recogimiento y reflexión que anteceden a la Semana Santa.
Durante este lapso quedaba prohibido consumir carne, organizar fiestas y diversiones, el pueblo vivía en penitencia y los actos espirituales dominaban la escena popular.
Hoy el carnaval sigue siendo una fiesta popular en la que reina la alegría, la diversión y, en ciertos casos, los excesos, pero ha perdido en gran parte algunos aspectos que le dieron origen.
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